Pedro Luis Martín Olivares: Bloodstained: Ritual of the Night

A día de hoy, gracias a lo que empezó Metroid a finales de la década de los 80 y a la gran aportación de Castlevania: Symphony of the Night años más tarde, el género apodado como Metroidvania vive una época dorada. No solo han salido multitud de títulos solventes con un aspecto visual atractivo, sino que han aparecido ideas innovadoras que no han hecho más que subir el listón de lo que se espera de este tipo de títulos. En este contexto, Bloodstained: Ritual of the Night pretende destacar ante tal vorágine de juegos de este estilo, mirando más al pasado que al futuro; cogiendo el testigo directo de Castlevania y perfilándose como el heredero espiritual de esta gran saga. Ante tal reto y aun con sus errores evidentes, Koji Igarashi lo ha conseguido y, sin duda, este título será recordado como el digno sucesor de una de las sagas más icónicas del mundo de los videojuegos.

El ritual de los alquimistas

En Bloodstained: Ritual of the Night se cuenta la historia de un pasado distópico, en el cual a causa de la revolución industrial que asoló a Europa en el siglo XVIII, un grupo de fieles al espiritualismo llamado el gremio de alquimistas no podían consentir que el dinero que financiaba sus acciones se invirtiera en el avance tecnológico. Ante tal situación, los alquimistas crearon a los unefragmentos, humanos fusionados con unos cristales vinculados con el mundo demoníaco, los cuales sirvieron para abrir un portal por el que llegó una horda de demonios que destruyó las grandes ciudades de Inglaterra.

En el ritual ejecutado por el gremio de alquimistas hubo muchas víctimas inocentes, y los humanos convertidos en unefragmentos fueron sacrificados como pago al mundo demoníaco. Pero no todos tuvieron este fatal destino. Hubo dos que salieron con vida de tal atroz suceso. Uno de ellos es Gebel, un prometedor muchacho que tras participar en el ritual, salió con vida de él. Y la otra superviviente es Miriam, una joven que justo antes del ritual quedó sumida en un profundo sueño.

Después de diez años de estos acontecimientos, Miriam despierta de su letargo y descubre que de nuevo la puerta al mundo de los demonios ha sido abierta, esta vez por su antiguo amigo Gebel, el cual se resguarda en un castillo construido sobre los cimientos de la antigua casa del gremio de los alquimistas. Impulsada por su incredulidad de que Gebel ha sido el responsable de tal acción, Miriam, junto a Johannes, un antiguo alquimista que no compartía la misma visión que sus compañeros, llegan al enorme castillo que se ha erigido con la intención de frenar los planes de Gebel.

En este punto es cuando da comienzo el periplo de Miriam a través del laberíntico castillo, en el cual conocerá a ciertos personajes peculiares que le ayudarán en su aventura, como Dominique, una exorcista que proporcionará recursos y armas a la protagonista; o que dificultarán su camino, como el alquimista Alfred, uno de los responsables de la primera invasión que asoló el país hace diez años.

La historia del juego parte de un planteamiento interesante, es oscura y cruel, en la cual se enfrentan dos formas de percibir la realidad de la sociedad. Pero más allá de esta premisa, a lo largo de los pequeños diálogos que van presentando al jugador los entresijos de la trama, se percibe cierta disonancia entre lo que está ocurriendo y la inmediatez de la situación con lo que realmente hablan los personajes. Aun no siendo uno de los puntos fuertes del juego, esta disonancia refuerza la parte más desenfadada del título, llena de chistes, situaciones y objetos de lo más pintorescos y que funcionan de alivio cómico en el transcurso de la aventura.

Humanos y demonios

Los protagonistas de este título sin duda son los unefragmentos supervivientes, Miriam y Gebel, dos personajes que comparten el mismo pasado, están unidos por una desgastada cuerda de amistad y sentimientos. Ambos cargan con la misma maldición de ser el punto de unión entre el mundo de los demonios y el mundo de los humanos. Y mientras Miriam actúa como la salvadora de la humanidad, Gebel cumple con su función de un clásico villano que se rige por su sentimiento de venganza por lo pesadilla que le hicieron pasar los humanos.

Durante el transcurso de la aventura aparece un tercer personaje que destaca por encima de los demás aliados de la humanidad, Zangetsu, el cual se presenta como un cazademonios solitario con el objetivo de parar los pies a todo aquel que ha tenido algo que ver en el diabólico ritual de hace diez años y, por supuesto, de eliminar a los responsables del retorno de los demonios al mundo humano.

Entre los aliados de Miriam también se encuentran los NPC que tienen su función específica, como Johannes, que ayuda a mejorar y forjar nuevos objetos, Dominique, que monta una tienda para que Miriam pueda comprar y vender objetos, y varios personajes que ofrecerán misiones secundarias a cambio de recompensas como nuevos objetos o monedas de oro.

La originalidad del diseño de los personaje es cuestionada, ya que las influencias de la saga Castlevania, y en concreto de Symphony of the Night, traspasan la fina línea entre la inspiración y la copia descarada. Si mínimamente el jugador ha jugado, leído o conoce a los personajes más icónicos de la franquicia, los protagonistas de Bloodstained se sienten  como un espejo borroso de estos icónicos personajes de la saga. Aunque eso no quiere decir que tengan un mal diseño.

Está claro que Koji Igarashi, el director del juego, se ha tomado al pie de la letra lo de crear un juego que se perfile como el sucesor de Symphony of the Night, y al ser un juego que también dirigió el creativo japonés, era inevitable que las referencias a su obra sean más agresivas que en otros títulos que buscan el mismo objetivo. El resultado en este aspecto es el de unos personajes que, sin ser todo lo carismáticos que uno desearía, tienen la suficiente personalidad para cumplir con los jugadores que nunca se han acercado a un Castlevania, y a la vez rebosan nostalgia para los veteranos de la saga de Konami.

Por otro lado están los 127 demonios, ni uno más, ni uno menos, encargados de frenar el avance de Miriam a través del enorme castillo. Siguiendo la tónica de la disonancia que existe en la historia del juego, también se puede percibir este sentimiento en el diseño de los demonios. Mientras algunos tienen un diseño espeluznante y que de verdad inspiran terror al enfrentarse a ellos, otros son, cuanto menos, peculiares, destacando sobremanera del resto y demostrando que hay veces que ni el juego se toma en serio a sí mismo.

Dentro de esta gran cantidad de enemigos, existe una división muy clara entre los demonios comunes, que Miriam se va encontrando a lo largo del mapa, y los jefes, los cuales están diseñados de manera exquisita y que cada uno de ellos ofrece un desafío único y exigente que requerirá cierta estrategia para derrotarlos. Además de tener movimientos especiales y originales, los combates aprovechan de una manera excelente el escenario, ofreciendo una coherencia entre el entorno y la batalla que engrandece aún más a cada uno de los jefes del juego.

Una jugabilidad clásica con ciertos toques de originalidad

Tal como se indica en el nombre del género al que pertenece Bloodstained, la jugabilidad en un metroidvania viene heredada de una mezcla entre los juegos de Metroid y la saga Castlevania. En el caso del juego analizado, de Metroid se puede decir que hereda la peculiaridad de recorrer un mapa laberíntico en el cual para poder avanzar entre sus distintas zonas se necesitará un objeto o habilidad específica. Este planteamiento tiene la peculiaridad de que para poder avanzar hacia el final del mapa, el jugador tendrá que volver a recorrer los pasos dados más de una vez para encontrar el camino correcto, o para encontrar ese ansiado objeto que desbloquee una nueva zona por explorar.

De Castlevania hereda la vertiente RPG (Role playing game) que tan bien aplicó en su momento Symphony of the Night, con una sistema de mejora basado en el aumento por niveles y estadísticas del personaje, multitud de habilidades centradas en el combate y un sin fin de armas y objetos para equipar y mejorar los atributos del protagonista.

En Bloodstained todas estas características están expuestas de una forma muy clara, enseñando desde el primer minuto del juego la importancia del minimapa, los diferentes ataques y poderes que Miriam puede ejecutar asignados a botones específicos del mando, y dejando claro que para poder avanzar por sitios que parecen inaccesibles hace falta un movimiento o habilidad concreta para ello.

Las gestión de todas esas habilidades, objetos o armas se realiza a través de un clásico menú dividido por secciones en el que se muestran los atributos, resistencias y condición de Miriam, y en el que se puede ver en directo cómo influye en estos atributos el equipamiento elegido. Este equipamiento está dividido en armas de combate, cascos, protección del cuerpo, accesorios y bufandas.

La cantidad de equipamiento existente en el juego roza la locura, y especialmente en el tema de las armas, de las cuales existen cientos de armas distintas, como espadas, látigos, lanzas o armas de fuego, y además, cada una de estas clasificaciones está llena de variables específicas, como espadas de fuego o lanzas electrificadas. Aunque a veces puede ser agobiante encontrar tal cantidad de armas distintas, hay que destacar que este aspecto ofrece una posibilidad de personalización del personaje enorme, ya que cada arma se utiliza de una forma única, y permite al jugador utilizar aquella con la que más cómodo se sienta.

Con las habilidades pasa algo parecido que con las armas, ya que al eliminar a cada uno de los 127 demonios que habitan en el castillo es posible conseguir un fragmento demoníaco imbuido con el poder del demonio eliminado. Este fragmento, al equiparlo, permite a Miriam utilizar un poder característico, como lanzar una bola de fuego o invocar a un demonio para que luche por ella. Los fragmentos se dividen por colores y utilidad, como los rojos que se activan pulsando un botón específico y consumen puntos de magia la utilizarlos, o los amarillos que funcionan como habilidad pasiva permanente, ofreciendo un aumento en una de los atributos de la protagonista.

Los objetos que el jugador va obteniendo al eliminar enemigos o al comprar en la tienda, como pociones, antídotos y cualquier tipo de material alquímico, se gestiona también desde el menú, en el cual hay secciones de objetos consumibles, materiales, ingredientes y platos de comida. Estos últimos pueden prepararse para que sirvan como consumible que recupera puntos de vitalidad y que, además aumenta temporalmente uno de los atributos de Miriam, como puede ser la fuerza o la defensa.

Uno de los defectos que se puede apreciar al jugar varias horas al título es en el aspecto de gestionar el inventario, ya que a causa de la gran cantidad de objetos, ingredientes, fragmentos y armas, esto se convierte en una árdua tarea, en un ejercicio de leer cada descripción, seleccionar ciertos ítems y encontrar la combinación de todos estos elementos que a cada jugador le vaya mejor. Y si esta fórmula en títulos más pausados y más estratégicos puede ser un punto a favor, en Bloodstained se convierte en un paso innecesario, que rompe por completo la velocidad y la inmediatez del juego, y que genera una sensación de descontrol que no le va nada bien al juego ya que la mayoría de veces, por comodidad o por confort, siempre se acaban utilizando los mismos poderes y las mismas armas a lo largo de la aventura.

Pero lo que no se le puede negar es la excelencia en el control, lo bien que responde Miriam en cualquier acción, lo divertidos que son los combates, y en lo gratificante que es ir mejorando a medida que pasan las horas. Esta mejora ya no solamente se aprecia en las nuevas habilidades o en las nuevas armas que se van adquiriendo, sino que hay un aprendizaje a nivel de usuario, de perfeccionar el control y de descubrir nuevos usos a cada movimiento que se pueda realizar en el juego.

La exploración se convierte de esta manera en uno de los pilares del título, y resulta muy gratificante recorrer una y otra vez los mismo escenarios, ya que cada vez que se pasa por cada uno de ellos, es posible descubrir nuevos accesos, rincones o secretos que gracias al aprendizaje directo e indirecto que ofrece el título es posible desbloquear. Y la posibilidad de viajar rápidamente a ciertos puntos del mapa, sumado a la velocidad con la que se puede cruzar de un punto a otro de cada uno de las zonas, ayuda muchísimo a que esa exploración sea divertida y reconfortante.

Limitación gráfica con un rendimiento excelente

En cuanto al aspecto gráfico, Bloodstained opta por ofrecer una perspectiva en 2D con modelados en 3D, alejándose de animaciones tradicionales y aumentando el realismo y la profundidad del aspecto visual. El resultado que deja la puesta en escena final se podría definir como correcta, sin ser un desastre absoluto, pero sin destacar en nada más allá del característico arte gótico y oscuro que ofrece.

Los personajes tienen aplicado como un efecto de Cell Shading alrededor de su modelaje 3D que hace que destaquen por encima de cualquier elemento del escenario que se muestra. Este aspecto no acaba de cuajar del todo dentro de la dirección artística que sigue el entorno, pero es cierto que es bonito y realza los detalles tanto de los protagonistas como de los demonios.

La iluminación y los efectos que se muestran a lo largo del título son de muy alta calidad, los tonos lilas y rojos consiguen una atmósfera decadente y lúgubre que queda perfecto con la atmósfera que el juego quiere transmitir, y gracias a la buena ejecución de este aspecto se consigue que el resultado final destaque por encima de sus posibilidades técnicas y gráficas.

A causa de la velocidad de reacción y la buena respuesta a los movimientos ejecutados que necesitan este tipo de juegos, un buen rendimiento y una estabilidad en la tasa de cuadros por segundo es un elemento esencial, algo que Bloodstained cumple a la perfección. Se siente sólido y estable, y la excelencia en el control de Miriam a través de las diferentes zonas del mapa es uno de los puntos fuertes del título.

En el aspecto sonoro, la sensacional banda sonora compuesta por Michiru Yamane (saga Castlevania) y Ippo Yamada (saga Mega Man) quedan genial con la ambientación del título. Las melodías que suenan de fondo mientras se recorre el enorme castillo son muy pegadizas, llenas de ritmo y contrastes. Recuerdan muchísimo a los míticos temas de la saga de la cual se inspira, siendo un punto muy positivo  a tener en cuenta.

En cuanto a las distintas versiones que han salido en las diferentes máquinas actuales, cabe hacer una mención especial a la versión de Nintendo Switch. Mientras que en Xbox One, Playstation 4 y PC el juego funciona de manera solvente, sin mayores problemas que algunos errores puntuales que se han ido arreglando con pequeños parches post lanzamiento, la versión de Switch, lanzada al mercado una semana más tarde, deja mucho que desear. Las ralentizaciones constantes, el mal rendimiento que ofrece el título y el pobre aspecto gráfico que muestra lo convierten en una versión no recomendada para nadie.

En Nintendo Switch no se siente esa excelencia en el control a causa de su baja tasa de cuadros por segundo, y eso es un punto esencial para el buen funcionamiento de las acciones en Bloodstained. Además, el juego sufre de cierres de aplicación con bastante frecuencia, pudiendo perder el progreso obtenido ya que al no existir el guardado automático, hay que estar vigilando constantemente cuál fue el último punto de guardado.

Conclusión

La ejecución final de Bloodstained Ritual of the Night es una mezcla de buenas intenciones con ejecuciones algo cuestionables. Sin ser un portento técnico ni gráfico, consigue transmitir una atmósfera única, llena de originalidad e influencias de grandes títulos de la saga Castlevania. El control y la excelencia en su planteamientos jugable lo convierten en un juego maduro y lleno de desafíos muy gratificantes, una presentación del entorno magistral y una exploración rápida y divertida.

El proyecto comenzado en un Kickstarter hace más de 4 años prometiendo un digno sucesor de Symphony of the Night ha sufrido cambios de diseño, retrasos y movimientos muy agresivos en su planteamiento, pero el resultado final es un aprobado en toda regla, un juego de autor que contentará a los fans de la saga y que dejará un buen sabor de boca a los nuevos jugadores que se quieran estrenar en este tipo de títulos.

Lo mejor

  • El excelente control que ofrece el título.
  • El diseño de los jefes.
  • Lo bien introducido que esta el humor en el juego.

Lo peor

  • La gran cantidad de objetos y armas puede llegar a agobiar.
  • El aspecto gráfico no destaca en nada.
  • Las conversaciones entre personajes no están a la altura.

Bloodstained: Ritual of the night

Aceptable

FICHA

Distribuidor: 505 Games
Plataforma/s: Nintendo Switch, PC, PlayStation 4, Xbox One
Genero: acción, aventura, plataformas
Jugadores: 1
Audio/Textos:


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