Pedro Luis Martín Olivares: Sakuran

El mundo de la prostitución ha estado ligado a todas las culturas, civilizaciones y países a lo largo de la historia, y Japón no ha sido una excepción. Además, en un país tan tradicionalmente machista como el nipón esta actividad se torna realmente dramática y da pie a analizar muchos de los comportamientos de la época que, desgraciadamente, se pueden extender a nuestros días. La obra que nos ocupa, Sakuran, es un perfecto reflejo de todo esto.

Argumento

Una niña de ocho años es acogida por la Casa Tamagiku, un burdel en Yoshiwara, donde su nombre pasa a ser Kiyoha y su cuidadora es Shôhi, una cortesana de alto nivel y con mucha determinación. Después de varios intentos de huida fallidos, Kiyoha es instruida por Shôhi y Seiji, de la Casa Tamagiku, para convertirse en cortesana. A los 17 años, su belleza latente, así como su fuerza, la ayudarán a convertirse en una cortesana muy solicitada. Un día, Kiyoha se enamora del joven Sôjiro, que acude como cliente a la Casa…

SAKURAN © Moyoco Anno / Cork, Inc.

El oficio más antiguo del mundo

Sakuran nos sitúa en la era Edo, período de la historia de Japón que abarca desde el año 1600 a 1868, y nos cuenta la historia de un burdel y de varias de las mujeres que trabajan allí, así como de los clientes que las visitan. La historia comienza centrándose en Kiyoha, una cría preadolescente sin familia que empieza a trabajar en dicho burdel haciendo recados y limpiando. Sin embargo, enseguida muestra un carácter rebelde, siendo toda una granuja, y se dedica a realizar todo tipo de trastadas, entre las cuales destacan sus repetidos intentos de huida, lo cual desesperará a muchos habitantes del burdel. Esta primera parte de la obra me recordó bastante a algunas escenas de las antiguas novelas de picaresca españolas como El Lazarillo de Tormes o La Vida del Buscón llamado Don Pablos, en el sentido de que se nos muestran diversas artimañas y travesuras derivadas de un ambiente pobre, o en el caso de Sakuran, deprimente.

La verdad es que el personaje de Kiyoha, en un principio, también me recordó a su manera a algunos de los personajes juveniles más recordados de la literatura como Huckleberry Finn, Tow Sawer u Oliver Twist, ya que todos ellos son unos parias de la sociedad y atraviesan mil dificultades y penurias desde bien jóvenes. No obstante, el caso de Kiyoha es especialmente dramático, ya que se nos muestra la vida de una niña que está destinada desde un principio a ser una prostituta, a fin de cuentas el último objetivo de su estancia en el burdel es convertirse en una de ellas.

SAKURAN © Moyoco Anno / Cork, Inc.

Es especialmente descorazonador ver como la cría es desprovista de casi cualquier rasgo de inocencia propio de su edad, y es que desde un principio sabe perfectamente que es lo que se cuece por la casa. Continuamente ve el ir y venir de los clientes y es testigo involuntaria de todo lo que allí acontece. Esto cada vez la hace más fuerte, y si a esto se le une un carácter rebelde pues da como resultado un cocktail explosivo de personaje.

Uno de los grandes aciertos de Sakuran es mostrar la evolución a lo largo de los años de Kiyoha y su relación con sus mentoras, y posteriormente con sus clientes. Aquí es donde se produce una estupenda dualidad, ya que por un lado Kiyoha comienza a destacar como una cortesana de alto nivel, su fama se va acrecentando y va provocando poco a poco una rivalidad con su mentora. Sin embargo, por la otra cara, y este es uno de los grandes puntos de inflexión de la historia, Kiyoha se enamora de un cliente, lo que da comienzo a una relación tormentosa difícil de compaginar con sus obligaciones de cortesana. Esta relación es sin duda el talón de Aquiles de la protagonista, ya que toda esa fortaleza que hemos visto previamente se ve seriamente mermada, ya que a fin de cuentas no deja de ser una joven enamorada, atrapada y con ansias de libertad.

SAKURAN © Moyoco Anno / Cork, Inc.

Precisamente el concepto de la libertad está muy presente durante toda la obra y durante toda la vida de la joven Kiyoha. Desde su más tierna infancia está privada de una vida acorde a su edad, y si de pequeña las ganas de escaparse quedan resueltas como chiquilladas o travesuras engorrosas estas no abandonan a la Kiyoha adulta, harta de tener que complacer a extraños, aguantar a sus compañeras y no terminar de sentirse correspondida por su amado.

Sakuran profundiza de una manera muy cruda en todo lo relacionado con el mundo de la prostitución, tal y como se entendía en el Japón de la época. Por una parte, la figura de la cortesana es representada como una persona que no solo tiene el cometido de dar placer carnal, sino que también debe saber entretener al cliente con una buena conversación, saber tocar un instrumento, cantar o recitar por citar algunos ejemplos. Es en este punto donde entra otro de los grandes elementos de la historia, que son los clientes. En este manga se muestra a toda una retahíla de personajes masculinos a cada cual más desagradable. Estos además objetivizan a las mujeres de una manera escandalosa, quedando reducidas a meros seres que viven por y para dar placer, teniendo que pulir sus artes amatorias. En este último aspecto la obra se explaya de manera muy inteligente, a la hora de describir por ejemplo como se puede engañar a un hombre para que crea que la mujer está disfrutando del encuentro. También son bastante interesantes las conversaciones que tiene Kiyoha con algunos de estos clientes, ya que estos a su vez muestran diferentes matices y personalidades.

SAKURAN © Moyoco Anno / Cork, Inc.

Otro aspecto que surge con este grupo de personajes secundarios en un momento dado es el tema de la virginidad de la protagonista, el cual es tratado poco menos como un artículo de lujo, de hecho es lo máximo a lo que puede aspirar comprar un cliente. Es absolutamente repulsivo como este asunto pasa a ser motivo de discusión y disputa, con todo el grupo de clientes como si fueran hienas detrás de la “posesión” más preciada de Hiyoka.

Todo ello sirve para mostrar los avatares de la vida diaria de un burdel de la época, con toda la crudeza que eso conlleva.

El dibujo

En esta obra el estilo de Anno se caracteriza por unos trazos muy finos y delicados. También es meritoria la mezcla de estilos a la hora de dibujar los rostros, ya que las mujeres poseen unos ojos enormes mientras que los de los hombres son muy pequeños. Además destaca el gran trabajo de la autora a la hora de personalizar las facciones, por lo tanto no se tiene la sensación de tener personajes clónicos. También destaca sobremanera tanto el diseño de los peinados así como el de los kimonos.

SAKURAN © Moyoco Anno / Cork, Inc.

La composición de las escenas está muy bien trabajada. Muchas de estas recuerdan a los famosos grabados Ukiyo-e. De hecho muchos de estos muestran escenas cotidianas de burdeles.

Las páginas a color poseen una gran fuerza y son sin duda uno de los grandes alicientes de la obra.

Moyoko Anno. Todo un referente

Moyoco Anno nació el 26 de marzo de 1971 en Suginami, Tokio. Desde muy joven se sintió influenciada por el mundo de la moda así como por autores de la talla de Osamu Tezuka. Durante toda su carrera la autora siempre se ha caracterizado por representar a mujeres adultas que tienen que lidiar con diversos conflictos que la sociedad les presenta. A menudo estas mujeres están representadas con una fuerte personalidad, con ansias de encarar sus retos y de realizarse.

Algunas de sus primeras obras son Choukanden Shoujo Mona (1994), Peek a Boo! (1995) o Angelic House (1997). Su primer gran éxito es Happy Mania (1995), de 11 tomos y que fue adaptado al anime en 1999. Otro de sus grandes éxitos es Sugar Sugar Rune, publicado en 2005 y que también cuenta con adaptación animada. De hecho esta obra le valió para ganar la 29ª edición del Kodansha Manga Award.

La autora debutó en nuestro país en 2005. Fue la editorial Ponent Mon quien apostó por primera vez por Moyoco Anno. Ella parece dentro de la recopilación Japón visto por 17 autores. Ella, junto a mangakas de la talla de Jiro TaniguchiDaisuke Igarashi, entre otros, daban su punto de vista sobre Japón.

Por su parte, la extinta editorial Glénat también apostó por la autora en 2007, y trajo la ya mencionada Sugar Sugar Rune, cuya reseña podéis leer aquí . Dos años después repitieron con Tokio Style (reseña aquí), en 2009. Actualmente ambas obras se encuentran descatalogadas. En 2017 la editorial Ponent Mon publicó Gorda (1997), y finalmente el año pasado la Editorial Kodai licenció la obra que nos ocupa.

Como curiosidad: la autora está casada con el director de animación Hideaki Anno, conocido sobre todo por Evangelion.

La edición

Sakurán ha llegado de la mano de Editorial Kodai, una editorial que ha comenzado en el mercado español con muy buen pie, al menos en lo que se refiere a las obras que han logrado licenciar. Comenzaron su andadura con Echoes, un spokon de tomo único que ahonda en un tema muy actual como es la identidad de género. Prosiguieron con Cocoon y La Ciudad al Atardecer. El País de los Cerezos, esta última una obra que publicó en su día Glénat y que Kodai ha recuperado. Ambas obras son desgarradoras y ahondan en las consecuencias de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. Por último a finales de año desvelaron la licencia de su primer BL: Our Dining Table, que se publicará el próximo 18 de febrero y que ya ha generado bastante expectación.

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Es una verdadera lástima comprobar cómo una obra de tanta calidad como Sakuran se ha visto emborronada por una edición que no acompaña el mérito de esta historia. Si bien es verdad que el formato de esta edición en A5 con sobrecubierta es más grande que el original japonés, lo que podría haber supuesto todo un aliciente se ha visto lastrado por severos defectos de impresión. Esto se nota sobre todo en muchas hojas, cuyo acabado final tiene aspecto de fotocopia y lastra en gran medida la calidad del dibujo. Este defecto también es notorio en algunos patrones de kimonos, en escenas que transcurren en un entorno oscuro, en las sombras o en las páginas iniciales de cada capítulo donde la tipografía de Sakuran se ve enormemente pixelada. Por otra parte, la calidad del papel también es mejorable.

Kodai ya ha hablado de este problema en sus redes sociales y ha explicado que estos defectos se deben a problemas que se tuvieron con los materiales originales.

Por último comentar que Sakuran tiene una gran cantidad de glosario adicional, el cual es agrupado y explicado al final del tomo. Es de agradecer que se haya trabajado en esta recopilación, pero agruparlo de esta manera se hace muy incómodo a la hora de profundizar en conceptos que no conocemos. Hubiera sido mucho más cómodo recurrir a las notas a pie de página.

SAKURAN © Moyoco Anno / Cork, Inc.

Sin embargo, como punto positivo, las páginas a color han quedado muy bien, el papel es de mejor calidad y esto nos permite apreciar con mejor detalle la calidad del dibujo de Anno.

Con todo ello esperamos que estos fallos se puedan solventar en una segunda edición de la obra, porque aún con todo, merece bastante la pena.

Conclusión

Sakuran es una obra totalmente recomendable, con un buen valor histórico. Cruda y bella a su manera, pero también desagradable, en el sentido de que hace reflexionar y pone de manifiesto muchas situaciones que desgraciadamente llevan siglos dándose en todas partes del mundo, independientemente de la época, país, credo, religión o sistema político. Y es que el deseo carnal es inherente al ser humano, un deseo que desgraciadamente ha hecho sufrir a muchas mujeres a lo largo de toda la historia.

Lo mejor

  • El estilo personal de la autora
  • Historia muy interesante
  • La fuerza de las páginas a color

Lo peor

  • La edición no está a la altura de la calidad de la obra
  • Final algo precipitado
  • El glosario agrupado al final resulta incómodo

Sakuran

Aceptable
Autores: Moyoco Anno
Editorial: Editorial Kodai
Formato: Rústica con sobrecubierta, 148×210 mm
Tomos: 1 (Finalizada)


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