Pedro Luis Martín Olivares: El elogio de la sombra

Cuando echamos un vistazo a nuestro alrededor ocurre que muchas de las cosas que nos rodean de forma casi natural tienen una razón de ser que nunca nos paramos a pensar. A veces, nos fascina el descubrimiento del uso evidente de un objeto que vemos a diario pero que hasta entonces desconocíamos. En otras ocasiones, el porqué de ciertas cosas cotidianas sobre las que nunca nos hemos detenido a pensar nos sorprende inesperadamente.

Realmente, en El elogio de la sombra no se va a hablar de la utilidad de las cosas del día a día, sino que se desarrolla en torno a la idea de cómo diferentes circunstancias van conformando una serie de códigos que parecen existir de forma natural entre los individuos de una sociedad. Este libro invita al lector a tomar un punto de vista crítico hacia este tipo de cuestiones desde el punto de vista de la estética y el cambio.

La cultura de la oscuridad

Nos encontramos ante un tipo de lectura reflexivo y crítico, muy alejado de la novela o de otras construcciones narrativas. En este ensayo Junichirō Tanizaki hace un ejercicio de observación acerca de la importancia de la oscuridad a lo largo del desarrollo artístico japonés. Al mismo tiempo, contrapone esta idea frente al predominio de la luz en el ámbito de Occidente e incide en el abandono de la imagen tradicional y la priorización del progreso occidental, siempre en relación a la armonía visual y la comodidad.

El eje central de todo el razonamiento surge de la idea de la belleza que se esconde en la penumbra y que parece haber cautivado el gusto japonés a lo largo de su historia. Al mencionar la oscuridad, el autor no se refiere al uso de colores apagados o a lugares ahogados en la sombra (al menos no exclusivamente), más bien admira cómo la presencia de estos elementos de oscuridad favorecen otros aspectos presentes, en los que se esconde con más intensidad la atracción visual.

La perspectiva de Tanizaki remarca la belleza de las tonalidades que se aprecian mejor en ambientes de poca luz, la sutileza con la que algunos objetos emergen de la oscuridad, lo enigmático de las texturas viejas o la elegancia de los gestos que se esconden un poco entre la luz filtrada.

A pesar de que en el libro se va desarrollando este mismo tema en función de diferentes aspectos, el campo artístico es el más recurrente y el que utiliza el autor para justificar sus opiniones. Por ello, el texto se centra en lo visual y aborda diversas manifestaciones artísticas como pueden ser la arquitectura, la cerámica, el maquillaje o la escenografía teatral del o el kabuki.

Oriente y occidente

En general, el autor achaca esta atracción por las sombras a causas que carecen de un origen claro, como puede ser el desarrollo histórico del país, los recursos de los que disponían sus antepasados, las características físicas de la raza… Una suerte de circunstancias que han marcado irremediablemente a un grupo poblacional. Por tanto, a pesar de mantenerse siempre bajo su punto de vista personal, cosa que remarca de vez en cuando, el contenido del libro engloba a toda una sociedad unida bajo el mismo manto del desarrollo cultural.

Teniendo esto en cuenta, otro de los pilares fundamentales que encontramos en este ensayo y que ya comentamos más arriba es la comparación constante frente a la idea estética de occidente. No por nada, Junichirō Tanizaki es considerado una persona imprescindible dentro del proceso de fusión artística y cultural entre oriente y occidente que se dio en el Japón del siglo XX.

Si bien, esta “comparación” no se va a centrar de manera exclusiva en las diferencias artísticas evidentes, aunque el valor visual siempre va a ser algo a tener en cuenta. Más concretamente, el autor critica la asimilación de la cultura occidental y su progresivo asentamiento en Japón (hay que remarcar aquí que el fin de este ensayo no es desprestigiar ni justificar que unas culturas se antepongan a otras). En última instancia, denuncia la adoptación frente a la adaptación argumentando las desventajas que puede presentar esto dentro de la sociedad .

El paso del tiempo

El devenir de la existencia, como el último de los estandartes a tener en cuenta en esta obra, va a aparecer explícitamente dentro de los motivos estéticos. En este sentido, el inevitable envejecimiento es un factor que permite embellecer los objetos y forma parte del conjunto de características de la imaginería nipona de la que se quiere reflexionar.

Sin embargo, enlazando con lo comentado anteriormente, en este punto de reflexión en el que se incluye la variable del tiempo también se hace presente el factor de la transformación. Este texto forma parte de un período fundamental en la historia del país del sol naciente, del que el autor participó como si relatara una crónica de todas las modificaciones culturales que se sucedieron especialmente durante el pasado siglo.

Sabiendo que la edad influye sobre la perspectiva que uno tiene de las cosas, y que la juventud siempre va a estar a la cabeza del progreso, Tanizaki da una vuelta más a sus pensamientos sobre la tradición estética. De esta manera, se hace posible pensar también en el propio transcurso de la historia, acompañado por otros temas como la adopción de otras tradiciones, la idea del cambio o la amargura de dejar a un lado lo que es esencial en la belleza de toda una cultura.

Junichirō Tanizaki

Junichirō Tanizaki fue un reconocido escritor japonés que vivió durante el siglo XX. Nació en 1886, en la ciudad de Chūō, Tokio, y falleció en 1965 a los 79 años de edad. Es considerado una de las figuras imprescindibles de la literatura nipona que, a pesar de ser candidato al Premio Nobel sin éxito, fue galardonado con la Orden del Mérito Cultural en 1949 concedida por el gobierno japonés.

Los inicios de la vida del autor se establecen en el seno de una familia acomodada de la que era el mayor de los hermanos. Esta época de facilidades apenas duró unos años hasta que el declive económico familiar, llevó a Tanizaki a buscarse la vida trabajando para otras familias, viviendo ciertos acontecimientos durante esta época que marcarían su producción literaria posterior.

Estudió literatura en la Universidad Imperial (actual Universidad de Tokio) donde ingresó en el Departamento de Literatura de la misma en 1908. Un par de años después publicó El Tatuaje (1910), la primera obra de toda una bibliografía sobre la que trabajó continuamente hasta su muerte.

Su obra literaria cuenta con una variada gama de formatos entre los que se incluyen novela, relato, poesía, ensayos y piezas teatrales. Desarrolló un interés especial por la cultura popular y el Japón pre-moderno además de reconocer, por otro lado, las influencias de autores occidentales entre los que destaca a Oscar Wilde. Su papel en el entrecruzamiento del arte oriental y occidental también es apreciable en su obra y culminó con la elección de Tanizaki como miembro honorario por la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras en 1949, siendo el primer japonés en recibir dicho título.

Respecto a sus escritos en España, Satori Ediciones cuenta con una selección de obras del autor entre las que se encuentran algunos de los títulos más relevantes de su trayectoria. Entre ellos aparecen (a parte de este ensayo en cuestión) El amor de un Idiota, en la que se aprecia la etapa más temprana y creativa del autor; La historia de un ciego y Sobre Shunkin, con un contenido cargado de tradición estética japonesa o Diario de un viejo loco, perteneciente a una época más tardía de su vida.

Otros textos de lo más variados han sido editados en el país de la mano de diferentes editoriales, como es el caso de Cuentos de Amor de Alfaguara o Hay Quien Prefiere las Ortigas y uno de sus grandes éxitos, Las Hermanas Makioka, ambas pertenecientes a Editorial Seix Barral. Cabe destacar que se han realizado múltiples ediciones de El elogio de la sombra por parte de distintas editoriales, de las cuales Satori Ediciones cuenta con dos de ellas, la más actual de la que parte esta reseña y una perteneciente a su Colección Clásicos Satori.

Edición

El elogio de la sombra es uno de los 6 libros de bolsillo con los que Satori Ediciones ha inaugurado la Colección Esenciales. Tiene unas dimensiones de 105×148 mm y un total de 98 páginas, con un PVP de 11€. La encuadernación rústica con sobrecubierta complementan un libro ligero y flexible, sin un grosor excesivo. En definitiva, se adapta muy bien a las comodidades que se buscan en un formato de bolsillo.

El diseño de las portadas de todos los libros Esenciales sigue un mismo patrón de estilo, en el que varían los colores y los dibujos de la portada. En este caso, se utilizan tonos amarillo y azul en una maquetación exterior muy sencilla, sin adornos ni excesos.

La sobrecubierta presenta un dibujo simple en portada, acompañado del título de la obra y el nombre de la colección, mientras que en la contraportada se ha colocado una cita sobre el ensayo y otro dibujo con un estilo similar. En las solapas se incluyen una pequeña biografía del autor y un resumen del contenido.

El diseño interior es más simple, con un acabado orgánico en el que destaca el detalle de incluir las definiciones de “esencial” y “esencia” en la esquina superior de la contraportada interior. Además, la edición viene acompañada de un pequeño marcapáginas con la misma apariencia.

En cuanto al contenido, del total de páginas 92 pertenecen al texto y las cinco restantes contienen datos como el título, la fecha de edición, datos de traducción y una foto del autor en blanco y negro. No presenta fallos de impresión, el tamaño de letra es bastante cómodo para la lectura y, si acaso, se puede mencionar alguna errata sin mucha importancia.

Conclusión

Debido a la naturaleza personal y reflexiva del texto, es complicado comentar con detalle qué pretende contar. Lejos de buscar una respuesta o analizar las cosas desde un punto de vista filosófico, histórico o sociológico quizás, Tanizaki lanza preguntas que responde desde sí mismo y que permite al lector reflexionar sobre un mismo tema desde diferentes puntos de vista, ya sean personales, en relación al autor, o generalizados.

Por esto mismo, El elogio de la sombra es un tipo de lectura para disfrutar en tranquilidad. Puede dejar muy buena sensación en un perfil de lector que busca aprender o siente curiosidad, ya sea por cuestiones estéticas, por interés en la cultura tradicional japonesa o por el simple gusto de reflexionar sobre algo tan ajeno a nosotros, teniendo en cuenta que hablamos de una edición orientada a un público no japonés.

En contraposición a la profundidad que pueda tener, no deja de ser una lectura sencilla y eso la hace bastante accesible. Como añadido, el contenido tiene una carga de estilo sentimental que consigue transmitir las sensaciones de las que el autor pretende hablar.

Lo mejor

  • Es una lectura muy amena, en un formato que facilita el dónde y cuándo leerlo y tiene un contenido que invita a reflexionar.
  • Precisamente por no pertenecer uno mismo a esa cultura, se vuelve mucho más interesante y acerca conceptos muy esenciales que pueden ser desconocidos para el lector (esto se intensifica si, además, se tiene un interés concreto hacia Japón).

Lo peor

  • Aunque deja claro en todo momento que lo que escribe son sus propias conjeturas, algunos argumentos parecen mostrar solo desagrado hacia todo aquello que se salga de la tradición nipona.

 

El elogio de la sombra

Bueno
Autores: Junichirô Tanizaki
Editorial: Satori Ediciones
Formato: Formato japonés Bunkoban
Tomos: 1 (Finalizada)


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